Ialorisha Miriam ti Oya Egbe ti Orisa Ile Ashe Oya Iyami Agbada Corrientes Argentina

miércoles, 10 de octubre de 2007

LOS ORISHA DEL BATUQUE




Desde el principio de este informe nos hemos referido a los orisha como base del culto de Batuque, sin explicar verdaderamente qué son. Citemos textualmente la definición de Pierre Verger, a la que adherimos en su totalidad, junto a otros trabajos sobre el tema (Paulo Tadéu B. Ferreira, Armando Ayala, etc.)

"En África cada orisha estaba originariamente vinculado a una aldea o región. Se trataba de cultos locales que reflejaban la autonomía de muchos pueblos que vivían en economías cerradas, propias del estado tribal. Así dentro del territorio yorubá, se adoraba a lemanja en Egba, a Ogùn en Ondó y Ekiti, a Shangó en Oyo, a Oshum en Ijesa e Ijebu. Algunos cultos abarcaban toda una región con sus tribus, como los de Obatala y Oduduwa, rey histórico vinculado a la fundación de Ile Ifé y del cual todos los gobernantes yorubá se consideraban descendientes. En buena medida, la posición de los orisha dependía de la historia del grupo social en las que aparecían como protectores".

"En casi todos los casos se trataba de hombres divinizados después de muertos a causa de algún desborde emocional. La religión yorubá está íntimamente vinculada a un concepto de familia que comprende el conjunto de vivos y muertos descendientes de un antepasado común. A estos ancestros se les consideraba poseedores de control sobre las fuerzas naturales y conocimiento preciso sobre las propiedades de las plantas, única forma de medicina existente. Esta suma de poder y conocimiento (àshé, pronúnciase ashé) los transformó en orisà (orisha), siendo divinizados. Según la creencia yorubá una enorme crisis emocional puede producir la metamorfosis, "quemando" el ser material del individuo mediante el fuego de la pasión, restando solamente el àshé o poder en forma de energía pura. Para establecer el culto era necesario que algunos de sus familiares cercanos supieran fijar el fundamento, es decir un contenedor del objeto -soporte del àshé, donde recibir ofrendas y sacrificios. De manera que el orisha "es una fuerza pura, inmaterial, imperceptible para los seres humanos, excepto cuando se posesiona de uno de ellos". Este candidato a la posesión, debidamente preparado, electo por el orisha, es uno de sus descendientes".

En América este parentesco o descendencia sanguínea se transformó en espiritual, aunque de cualquier modo se reinvindica el concepto de hijo del orisha (omorisà, filho-de-santo) aunque el iniciado -sobre todo si de raza blanca- no pueda establecer su abolengo.

Los orisha o divinidades del Batuque son aproximadamente doce, que de algún modo proveen unos veinte tipos o modalidades de comportamiento característico. En una primera articulación del modelo arquetípico en el que el Batuque se fundamenta, habría una serie de modalidades ordenada por elementos, colores, sustancias sagradas. Cada una de ellas, con excepción de unas pocas, se divide en edad (viejo, adulto, adolescente, niño) ensamblando de este modo cierto tipo de sincretismo intertribal ya conocido en África; divinidades semejantes con atributos idénticos se hacen familiares, o se ve en ellas distintos aspectos, "caminos", "pasajes", de una misma energía total. Decimos divinidades, no dioses, porque el adepto del Batuque cree en un Dios creador llamado eufemísticamente Olorùn (dueño del cielo) u Olodùmare (dueño de las cosas que existen) cuyo poder está por encima de los orisha, que a Él se someten. Podría decirse que es una especie de sumo arquitecto retirado de su obra, un Deus otiosus sin altares ni culto particular, que gobierna a través de las relaciones complementarias de los orisha.
En torno a éstos se tejen historias de vida a menudo contradictorias entre los distintos "lados", transmitidas oralmente desde muy atrás en el tiempo, que van fijando en la memoria del grupo de culto el origen y la explicación de los ritos, los desplazamientos coreográficos -que son historias mimadas-, las simpatías y antipatías por determinadas frutas o animales, los caracteres sobresalientes de las personalidades divinas, tales como su austeridad o su sensualidad, etc.
Es de resaltar que quien profesa cualquiera de las grandes vertientes religiosas afrobrasileñas en el Uruguay es absolutamente abierto en su concepción del mundo, las cosas y relaciones entre ellas, porque sus modelos de conducta -los orisha- son, en tanto que modelos de gran energía (sin polaridad bueno/malo preconcebida) actuantes de diversa manera según las circunstancias, hecho narrado por las diferentes leyendas. Amores, odios, trampas, intrigas, generosidad, celos, ira, egocentrismo, misericordia ilimitada, adulterio, homosexualidad absolutamente todo lo humano tiene un precedente in illo tempore, de modo que ¿cómo juzgar aun igual si el orisha talo la orisha cual hicieron esto o aquello en sus mitos? Y aún así, viéndoles profundamente humanos, son nuestro modelo y descargan de culpabilidad nuestros actos. Los mitos, que todo adepto del Batuque conoce e integra casi automáticamente, son los que hacen que cada cual viva su vida y llegue a sus objetivos tal y como le parece, sin desmerecer a nadie, sin asumir complejos de culpa ni frustraciones, haciendo irrelevante cualquier terapia extrareligiosa. Parafaseando el título de un trabajo publicado hace años por la psicóloga Aglimira Villalba (Negra de lemanja), el Batuque, como la Umbanda, es "terapia para el pueblo". Con su fe en los orisha el miembro de la comunidad del Batuque y sus hermanos religiosos hacen "terapia de grupo", logrando salir indemnes de ella, sin conflictos y reafirmando en el grupo social su verdadero yo.

Bibliografía
Libro: CONTRIBUCIÓN AL ESTUDIO DEL BATUQUE - una religión natural: ni locos, ni raros
Autor: Bàbálórisà Milton Acosta Òséfúnmi
Montevideo, Uruguay, 1996

Oya ...Iansha

Oya dónikóko Iansa adúpé odóko mareyó Oya llega y protege el lugar, Iansa te agradecemos, protege siempre el lugar, vamos a festejar Ibà àjáláiyé àjàlórun Oya olúwèkù Respeto a Oya, viento del reino invisible de los antepasados, el espíritu del viento es el guía de los médium de los antepasados. EKÁÀBO ÒGBÉ OYA NÍKÈ OYA PROTEGE, PROTEGE... LA QUE VIENE A CONSENTIR.... Oya es la orisha del aire, los vientos y tempestades, dueña y señora de los egunes, guerrera poderosa y valiente, esposa preferida de Shango. Justiciera no le teme a nada, vive en el Río Níger, en los lugares donde sopla el viento, como en las costas, encima de las rocas y en el cementerio donde comparte el reino con Babaluaye, Fue esposa de Ogun y luego de Shango. Domina los vientos y su refran es " mi mejor amigo , es mi peor enemigo" Cuando vive con Shangó se la denomina Yansa. OYA Yanza secretaria de OLOFIN dueña de la puerta del cementerio habla en el signo del diloggun en 9 (OSA). SIEMPRE ANDA CON 9 ESPIRITUS QUE SIEMPRE LA ACOMPAÑAN TODO LO SABE Y TODO LO VE Oya, es un Orisha femenino, no es la dueña del cementerio, aunque es uno de sus odonu, el de Iyanzan “en Osa Kana” dio lugar al surgimiento de los mismos, razón por la cual se le puede localizar a la puerta de los mismos, representa el aire puro, es uno de los cinco elementos fundamentales, es el Río Níger, además es Feicita (secretaria de Olofi y de Orunmila), es campesina, cazadora muy hábil, la cual sale a cazar con Odé y Ochosi. Oya es dulce y terrible a la vez, estuvo casada con Oggun a quien dejo , tuvo un hijo con Olokun que se llama Eshu Alakentu, Oya es el primer Osha que tuvo corona en la tierra, con Shango tuvo a los Ibeyis: Taewo y Kainde, con Oggun tuvo uno solo que se llama Orona, con Oshosi tuvo una hija de la cual no se sabe el nombre. Oya tiene una hermana que se llama Ayao, dicen diosa de la virginidad, tiene otras hermanas llamadas Ayalaketu, tuertas que viven en el cementerio, Oba le enseño los complejos de pueblos y ciudades para el comercio. Las verdaderas herramientas de Oya son 9 sables o alfanjes, que le cambio a Oggun (Ogunda Kana). A Oya se le dice el monstruo de las nueve cabezas por el poder de su Ozain, se llama Iyanza por ser la dueña de Afefe Lorun, que es el viento. A Oya la crio Afebile, que es un Obatala hembra muy viejo, que no se hace, vive en la Atmosfera manteniendo el aire puro para la vida de los hombres por mandato de Olofi, los Arara llaman a Oya “Adañe Kuruñe”. Su Papa es Oye y Afebile es su mama. Oya es la verdadera dueña de Oggue, los cuales se los entrego a Shango en señal de alianza. A Oya se le da el nombre de Adelaye y extermina con el fuego a todos sus enemigos, se le conoce tambien con el nombre de Orisha Bomibata, tiene un guardian que es un viejito llamado Lajigbo. Yanzan no tiene camino pero tiene Odonus “Espiritus de Oya”, aspectos de su personalidad que le han distinguido y espiritualidades que trabajan con ella, estos son: 1. Awada Iya. 2. Okara Ina Lo Loyin. 3. Bomi bata. 4. Oriri. 5. Iyanzan. 6. Pinamalu. 7. Adeleye. 8. Alelemu. 9. Yedome. Que son los nueve espiritus que acompañan a esta santa. Oyá: Dueña del cementerio, de la centella y de los vientos huracanados. Señora del arcoiris, cuyos colores lleva en su saya. Es una divinidad relacionada directamente con la muerte. Es santa guerrera y de carácter muy fuerte. Abandonó a Oggún -su esposo-, por Shangó, el dueño de los atabaques tambores-, con quien suele compartir experiencias guerreras y de quien está enamorada. Atributos: Iruke (cilindro de madera forrado con tela al que está sujeto una cola de caballo), corona de cobre, sonaja formada con una vaina de flamboyán, manillas formadas por nueve aros cilíndricos de metal (cobre) decoradas con atributos geométricos. Patakí Cuando Oyá fue a vivir con Shangó, ella veía que cada mañana antes de irse a combatir, Shangó mojaba los dedos y pasaba por su lengua un líquido de un güiro que le había regalado su padrino Osaín. Oyá estaba muy curiosa y un día en que Shangó salió más temprano, ella, sigilosa se acercó a mirar el contenido, mojó sus dedos y los pasó por su lengua. Sintió un ardor, como si tuviera fuego en sus entrañas. Shangó entró en ese momento y se percató de lo que sucedía. ¡Omordé ¡ le gritó ¿qué haces? Oyá fue a contestarle, pero lo que salió de su boca fue una lengua de candela, ¡Ah, Omordé, desde ahora eres la dueña de la centella!.

Oya...Iansa

Oya dónikóko Iansa adúpé odóko mareyó
Oya llega y protege el lugar,
Iansa te agradecemos,
protege siempre el lugar,
vamos a festejar

Ibà àjáláiyé àjàlórun Oya olúwèkù

Respeto a Oya, viento del reino invisible de los antepasados, el espíritu del viento es el guía de los médium de los antepasados.

EKÁÀBO ÒGBÉ OYA NÍKÈ

OYA PROTEGE, PROTEGE...
LA QUE VIENE A CONSENTIR....

Oya es la orisha del aire, los vientos y tempestades, dueña y señora de los egunes, guerrera poderosa y valiente, esposa preferida de Shango.
Justiciera no le teme a nada, vive en el Río Níger, en los lugares donde sopla el viento, como en las costas, encima de las rocas y en el cementerio donde comparte el reino con Babaluaye,
Fue esposa de Ogun y luego de Shango.
Domina los vientos y su refran es " mi mejor amigo , es mi peor enemigo"
Cuando vive con Shangó se la denomina Yansa.
OYA Yanza secretaria de OLOFIN dueña de la puerta del cementerio habla en el signo del diloggun en 9 (OSA).

SIEMPRE ANDA CON 9 ESPIRITUS QUE SIEMPRE LA ACOMPAÑAN TODO LO SABE Y TODO LO VE

Oya, es un Orisha femenino, no es la dueña del cementerio, aunque es uno de sus odonu, el de Iyanzan “en Osa Kana” dio lugar al surgimiento de los mismos, razón por la cual se le puede localizar a la puerta de los mismos, representa el aire puro, es uno de los cinco elementos fundamentales, es el Río Níger, además es Feicita (secretaria de Olofi y de Orunmila), es campesina, cazadora muy hábil, la cual sale a cazar con Odé y Ochosi.
Oya es dulce y terrible a la vez, estuvo casada con Oggun a quien dejo , tuvo un hijo con Olokun que se llama Eshu Alakentu, Oya es el primer Osha que tuvo corona en la tierra, con Shango tuvo a los Ibeyis: Taewo y Kainde, con Oggun tuvo uno solo que se llama Orona, con Oshosi tuvo una hija de la cual no se sabe el nombre.

Oya tiene una hermana que se llama Ayao, dicen diosa de la virginidad, tiene otras hermanas llamadas Ayalaketu, tuertas que viven en el cementerio, Oba le enseño los complejos de pueblos y ciudades para el comercio.

Las verdaderas herramientas de Oya son 9 sables o alfanjes, que le cambio a Oggun (Ogunda Kana).

A Oya se le dice el monstruo de las nueve cabezas por el poder de su Ozain, se llama Iyanza por ser la dueña de Afefe Lorun, que es el viento.

A Oya la crio Afebile, que es un Obatala hembra muy viejo, que no se hace, vive en la Atmosfera manteniendo el aire puro para la vida de los hombres por mandato de Olofi, los Arara llaman a Oya “Adañe Kuruñe”. Su Papa es Oye y Afebile es su mama.
Oya es la verdadera dueña de Oggue, los cuales se los entrego a Shango en señal de alianza.
A Oya se le da el nombre de Adelaye y extermina con el fuego a todos sus enemigos, se le conoce tambien con el nombre de Orisha Bomibata, tiene un guardian que es un viejito llamado Lajigbo.
Yanzan no tiene camino pero tiene Odonus “Espiritus de Oya”, aspectos de su personalidad que le han distinguido y espiritualidades que trabajan con ella, estos son:

1. Awada Iya.
2. Okara Ina Lo Loyin.
3. Bomi bata.
4. Oriri.
5. Iyanzan.
6. Pinamalu.
7. Adeleye.
8. Alelemu.
9. Yedome.

Que son los nueve espiritus que acompañan a esta santa.
Oyá: Dueña del cementerio, de la centella y de los vientos huracanados. Señora del arcoiris, cuyos colores lleva en su saya. Es una divinidad relacionada directamente con la muerte. Es santa guerrera y de carácter muy fuerte. Abandonó a Oggún -su esposo-, por Shangó, el dueño de los atabaques tambores-, con quien suele compartir experiencias guerreras y de quien está enamorada. Atributos: Iruke (cilindro de madera forrado con tela al que está sujeto una cola de caballo), corona de cobre, sonaja formada con una vaina de flamboyán, manillas formadas por nueve aros cilíndricos de metal (cobre) decoradas con atributos geométricos.
Patakí
Cuando Oyá fue a vivir con Shangó, ella veía que cada mañana antes de irse a combatir, Shangó mojaba los dedos y pasaba por su lengua un líquido de un güiro que le había regalado su padrino Osaín. Oyá estaba muy curiosa y un día en que Shangó salió más temprano, ella, sigilosa se acercó a mirar el contenido, mojó sus dedos y los pasó por su lengua. Sintió un ardor, como si tuviera fuego en sus entrañas. Shangó entró en ese momento y se percató de lo que sucedía. ¡Omordé ¡ le gritó ¿qué haces?
Oyá fue a contestarle, pero lo que salió de su boca fue una lengua de candela, ¡Ah, Omordé, desde ahora eres la dueña de la centella!.

El comienzo


Cuando Olodunmare creo el mundo debía encargar el cuidado del mismo a una fuerza superior para guiarnos y como creía que no había nada mas fuerte que la naturaleza misma,decidio crear a los Orisha,fuerza incontrolable que rige sobre la naturaleza toda y sobre nosotros mismos.

Eshu


(Del libro "Leyendas Africanas de los Orixás" de Pierre Fatumbi Verger y Carybé, de la Editora Corrupio)



Eshú es el más sutil y el más astuto de todos los Orixás.

El se aprovecha de sus cualidades para provocar malentendidos y discusiones entre las personas o para prepararle armadijos. Él puede hacer cosas extraordinarias como, por ejemplo, llevar en un colador el aceite que compró en el mercado, sin que el aceite se derrame de ese recipiente! Eshú puede haber matado un pájaro ayer, con una piedra que tiró hoy!



(Del Libro "Los nagós y la Muerte"de Juana Elbein do Santos, de la Editora Vozes ltda.)

"Eshú es el principio reparador del Sistema Nagó. Es el controlador rígido de todos los sacrificios. Inspector general, según Idowu (1962); "oficial de policía imparcial", según Abimbola (1969:393) que dice: "la acción de Esjhú es la de castigar a los contraventores, particularmente aquellos que dejaron de hacer, por negligencia, el sacrificio prescripto."

Eshú Yangí, según la historia delega la deuda: lo que fue introspectado por él será restituido a través de los ebós efectuados por todos los elementos procreados. La restitución es trasladada, es transferida a otro objeto o a otro ser con el cual el ofertante se identifica. Ese mecanismo, que consiste en transferir a otro la restitución del ashé absorbido, es fundamental para la comprensión de los rituales de ofrendas y de la dinámica del sistema. La restitución transferida - la ofrenda- es que permite mantener la integridad de cada individuo; controlada por Eshú Elebo, permite al Eshú acompañante ejercer su función de principio dinámico, desarrollar y expandir la existencia de cada individuo".

(Del Libro "Ifá, Orixá del Destino"del Mestre Itaomam, de la Icone Editora Ltda.)

Así, con el debido respeto, comenzamos por saludar al Imole Eshú:


Mo ju iba, Esu Oba Baba awon Esu ! Iba se, o !
Te saludamos, Eshú Señor y Padre de todos los Eshús !
Que este homenaje se cumpla !

Y te pedimos Agó (permiso) para citar a tu Orisirisi / Cuentos Inmemoriales donde se habla de tus dieciséis mayores atributos, sobre todo relacionados al Culto de Ifá, y que son tomados con tanta negligencia hasta por tus El'esu / Sacerdotes de Eshú!

Están aquí tus mayores dieciséis títulos y tus correspondientes "cualidades", los cuales siempre se relacionaron a los 16 Odu/Fundamentos de la tradición de los Itan Ifá/Cuentos de Ifá de Ilê Ifé/la ciudad de Ifé:

Esu Yangi - El Señor de la Laterita Roja
Esu Agba - El Señor Ancestral
Esu Igba Keta - El Señor de la Tercera Calabaza
Esu Okoto - El Señor del Caracol
Esu Oba Baba Esu - El Rey y Padre de todos los Eshús
Esu Odara - El Señor de la Felicidad
Esu Osije - El Mensajero Divino
Esu Eleru - El Señor de la Obligación Ritual
Esu Enu Gbarijo - El Señor de la Boca Colectiva
Esu Elegbara - El Señor del Poder Mágico
Esu Bara - El Señor del Cuerpo
Esu L'Onan - El Señor de los Caminos
Esu Ol'Obe - El Señor del Cuchillo
Esu El'Ebo - El Señor de las Ofrendas
Esu Alafia - El Señor de la Satisfacción Personal
Esu Oduso - El Vigía de los Odus


ARQUETIPO

(Del libro "Orixás"-Pierre Fatumbi Verger-Editora Corrupio)

- El arquetipo de Eshú es muy común en nuestra sociedad, donde proliferan personas con carácter ambivalente, al mismo tiempo buenas y malas, pero con inclinación hacia la maldad, el desatino, la obscenidad, la depravación y la corrupción. Personas que tienen el arte de inspirar confianza y abusar de eso, pero que presentan, en contrapartida, la facultad de una inteligente comprensión de los problemas de los otros y la de dar ponderados consejos, con tanto más celo cuanto mayor sea la recompensa. Las elucubraciones intelectuales engañadoras y las intrigas políticas le convienen particularmente y son para ellos, garantías de éxito en la vida.